domingo, 28 de septiembre de 2014

EGIPTO Y LOS ALIENS...


Egipto fue, es y será siempre fuente inagotable de sorpresas. Pero lo más asombroso es que sus conquistas intelectuales y sus logros tecnológicos no aparecieron por una evolución social, sino que de la noche a la mañana surgió de la nada una cultura sorprendente, en donde se desarrollaron técnicas tan asombrosas que posteriormente no pudieron igualarse. El conocimiento preciso de la astronomía, las obras de ingeniería para mover y colocar millones de grandes monolitos de piedra, los instrumentos de óptica y mensuración necesarias para ello y que nunca han aparecido, la forma de entender la farmacopea, la medicina y la biología, las herramientas para taladrar y cortar piedras de dureza extraordinaria… Todo ello se realizó en el Egipto temprano, por aquellos primeros colonos de las riberas del Nilo, con una precisión que luego fue olvidada. Parece que sus mayores logros tecnológicos provienen del periodo predinástico, como si la civilización faraónica fuese la heredera o bien de otra anterior cultura o bien de los argumentos recibidos por contacto directo con los mismos dioses. Y no unos dioses abstractos, sino de presencia tan evidente que no pueden obviarse a la hora de valorar los misterios de Egipto.
Los eslabones perdidos del Antiguo Egipto
A Herodoto le comentaron los sacerdotes que el tiempo transcurrido desde el comienzo de la civilización faraónica hasta aquellos días (490/431 a.C) era de, exactamente, 11.340 años. Estos once milenios son un periodo excesivamente largo como para ser admitido por los historiadores oficiales y nos sumerge en un momento oscuro de una Historia aún no reconocida ni escrita, en donde Egipto fue el escenario en donde, según afirma, habitaron los dioses. En su Historias, libro II, escribe: “…Aún no habían aparecido los dioses en el pasado de Egipto, pero el Sol se había levantado cuatro veces en el cielo desde puntos distintos del actual, y dos veces había salido por donde ahora se pone, y se había puesto por donde ahora sale…”
Techo de la tumba de Senenmut, donde aparece nuestro sistema solar, están cambiados el este con el oeste debido a un cambio de eje, un vuelco del planeta
Este texto de Herodoto nos indica varias cosas. En primer lugar el desconcertante conocimiento de los sacerdotes egipcios sobre la existencia de los cuatro grandes cataclismos que ha sufrido nuestro planeta en los últimos 600.000 años y que han sido refrendados por los estudios del investigador Juan Bonet, recogidos en su libro “El Vuelco de la Tierra”. El último de ellos, acontecido alrededor de hace 13000 años, produjo el fin de la Cuarta Glaciación y es el argumento que utilizan algunos autores para justificar el hundimiento de la Atlántida, la huída de sus últimos moradores y su nuevo establecimiento en el valle del Nilo en fechas aproximadas con el inicio de la cultura egipcia mencionada por los sacerdotes. Pero en segundo lugar Herodoto escribe que posteriormente a esos cataclismos, o sea, después de hace 12000 años, aparecen los dioses. Este relato ha despertado la curiosidad de muchos estudiosos que, simplificando, han tomado dos líneas de investigación para justificar de quién heredaron los egipcios su saber y parte de sus monumentos. Por un lado los seguidores de la teoría atlante y, por otro, los que promulgan la hipótesis de la llegada a nuestro planeta de seres provenientes del espacio. Estos últimos manifiestan que si la Atlántida hubiera tenido la tecnología suficiente, no tendrían que haber esperado 7000 años para que Egipto se desarrollara como conocemos. Por ello aseguran que la prácticamente instantánea aparición en Egipto de una cultura tecnológicamente anacrónica sólo pudo ser consecuencia de un contacto puntual con seres extraterrestres. Aunque, quizás, sólo considerando ambas hipótesis a la vez, podrían tener respuestas todas las preguntas planteadas.

Cortes con radial en la meseta de Giza
De ser esta hipótesis cierta en Egipto existirían dos tipos de pirámides, las anteriores a los faraones (usurpadas por la IV Dinastía) y las que construyeron los egipcios para intentar emular las construidas por los dioses. Imhotep, arquitecto del rey Zoser, construyó en Saqqara la primera pirámide “humana” siendo, como las otras 100 que se distribuyen a lo largo del bajo Egipto, una chapucera imitación de las primeras. Resulta que la evolución arquitectónica para construir pirámides no explica que 50 años antes de construir las pirámides de Giza los egipcios no sabían construir pirámides perfectas, y que 20 años después de la IV Dinastía se les olvidó, quedando los monumentos de Giza como una isla de anacrónica tecnología dentro de la cultura faraónica. A tal respecto conviene comparar las pirámides de la III Dinastía con las pirámides de V Dinastía, para comprobar que ambas tienen el mismo patrón de pirámides escalonadas, no ofreciendo problema de ingeniería alguno y correspondiéndose con las herramientas que encontramos del Imperio Antiguo en el Museo de El Cairo. Pero, ¿y las pirámides de Giza?. No existen en los museos máquinas que pudieran con la envergadura de su construcción. ¿Quién las construyó?
Ahora la parte más extraña y especulativa.
Talvez algunos de ustedes conozcan la seríe stargate. Pues la teoría es que lo egipcios tenían una de estas puertas. Aquí la explicación:

Para Empezar, lees explicare como funciona esto. Las puertas espaciales funcionan a travez de agujeros de gusano:
se cree que los egipcios tenían una inteligencia superior  a la nuestra, y que en realidad tenían mucha mas tegnologia de la que aparentan, como la teoría de los agujeros de gusano, aquí tenemos mas imágenes de lo que podrían ser estos: 




viernes, 26 de septiembre de 2014

EGIPTO Y LOS GATOS

EGIPTO Y LOS GATOS...












Egipto, misterios insondables,...Quién no se ha sentido alguna vez atraído por su magia, se ha maravillado ante la magnificencia de las Pirámides, de la Esfinge, rostro humano con garras de león, y ha sentido la vibración espiritual en sus divinidades, las cuales tuvieron la más diversa representación y fueron muy variadas llegando a conocerse más de tres mil. Inicialmente eran propias de cada tribu, y luego a medida que el país se fue unificando las divinidades más importantes fueron alcanzando carácter nacional.
Muchas de estas divinidades fueron zoomorfas, es decir, tuvieron la forma de animales, así Anubis, Dios de lo Muertos, tenía cabeza de chacal; Khnum, Dios Creador del Hombre, tenía cabeza de carnero; Horus Dios - Sol de cabeza de halcón, era una de las grandes divinidades del Valle del Nilo; Sekhmet, de cabeza de leona, diosa de la guerra sanguinaria y cruel.
Entre esta serie de divinidades, BAST diosa gato, venerada especialmente en el Delta del Nilo, también conocida como Ousbastis y Bastet, fue representada como una mujer, con cabeza felina.
Su ciudad, Busbastis, que significa "mansión de la Diosa Bast", llegó a ser capital de Egipto en su momento de mayor esplendor, siendo el edificio más importante de la ciudad, el templo dedicado a la diosa.
El culto al Gato, aparece en el Antiguo Egipto alrededor del año 2900 A.C., y según la mitología la diosa gata Bastet, defendió al Dios - Sol Ra contra los ataques de la serpiente Apofis, una de las deidades del mal hija y esposa del propio Ra.
Fue diosa de la guerra, de la fertilidad, de la alegría, de la maternidad, la fecundidad y otras virtudes femeninas, además de guardiana del hogar y feroz defensora de los hijos.

El simbolismo de BAST y su culto, fueron complejos, por un lado representaba la energía del sol etérea, cálida y vivificante, siendo esta su parte evidentemente femenina; de otro lado, la conexión con el culto a la luna, proveniente de la parte misteriosa y amante de la noche, propia de los gatos.

El Gato Sagrado de Bast, es asociado con la Diosa Bast, representada con figura humana y cabeza de gato.
La natural gracia y quizás las cualidades maternales del gato, sugirieron a los egipcios algunos aspectos de la Diosa.
Esta estutua esta ubicada entre el 664 - 525 A.C., Ultimo Período de la Dinastía 26.


Fue realizada en Bronce, con una altura de 26,4 cm.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

EL ANTIGUO EGIPTO


El Egipto antiguo es una tierra llena de misterios. Ninguna otra civilización ha cautivado tanto la imaginación de especialistas y de profanos. Sus orígenes, su religión y su arquitectura monumental están rodeados de un halo de misterio. 

Los dioses egipcios eran la personificación de los elementos naturales, acontecimientos de la vida y de los sentimientos. El Panteón egipcio fue uno de los más imponentes del mundo. Para los egipcios, los dioses vivían sobre la Tierra, en los templos, y había que honrarles para que continuaran residiendo allí. Por esto ellos rezaban, bailaban, cantaban y les aportaban ofrendas de alimento y de objetos preciosos.

Cada ciudad - Heliópolis, Tebas, Memphis - tenía su propia leyenda sobre la creación. Pero, el fundamento era el mismo: el orden divino se lo llevó sobre el Caos. Las divinidades, universales o abstractas, constituyen los elementos naturales de base: el Cielo, la Tierra, el Agua y el Aire. De estos elementos nació la vida vegetal, animal y humana.

Hacia mediados del IVº milenio aparecieron las primeras representaciones de divinidades. Perdiendo su carácter abstracto, éstas se encarnan en animales (zoomorfismo), en seres humanos (antropomorfismo) y una mezcla de los dos: cuerpo de hombre y cabeza de animal o lo inverso, silueta de humano a la que le salen cuernos de cuernos, etc.

La religión ocupaba un papel importante en la vida de los egipcios. La religión egipcia no se limitaba al culto de la muerte, sino que poseía varios ritos diarios: la magia medicinal, la observación del calendario, el culto de los animales, las peregrinaciones, la interrogación de los oráculos, etc. Los dioses ocupaban cada instante de la vida de los egipcios


Amon
Al principio, Amon era el dios local de las tribus de Tebas. Cuando los tebanos conquistaron el trono de Egipto, Amon se hizo una divinidad universal y fue considerado como el padre de los dioses. Luego será asimilado al dios solar Râ, indispensable para la vida, bajo el nombre de Amon-Râ.

Según la leyenda, Amon se habría sido creado a sí mismo y luego habría creado al resto de los dioses con el fin de darle vida al mundo. La esposa de Amon era Mout, "la madre". Ambos tuvieron un hijo llamado Khonsou "el dios la luna".

Entre sus santuarios principales, podemos citar: Karnak, el edificio religioso más grande nunca construido, situado en Tebas, su ciudad santa.
Dios Amon. Mitología egipcia.
Anubis
Es el dios egipcio de los muertos. Su papel principal era velar por la momificación, el embalsamiento y por el acompañamiento de los muertos hacia el reino eterno. Es él quien lleva el difunto a la habitación de "Las Ambas Verdades", en el "Juicio de los muertos" con el fin de que sufra la prueba de la balanza. Además, Anubis es el presidente de esta ceremonia.

Su nombre quiere decir "chacal ", y por ello es representado como un chacal o como un perro negro, a menudo acostado sobre una maqueta de capilla funeraria o sobre un naos, con una venda roja alrededor del cuello y el látigo entre las patas posteriores; En ocasiones también aparece representado bajo una apariencia humana, con una cabeza de perro, sosteniendo en una mano la cruz Ankb y en la otra el cetro.


El dios egipcio del sol cuyo principal lugar de culto fue Héliopolis. Le consideraban los egipcios como el dios creador del universo, el dios del Estado y de la justicia. Se creía que durante el día recorría el cielo sobre la Mândjet.

Según la leyenda, se dice que Râ se creó a sí mismo en una flor de loto. No es sino después cuando creó a Shou y Tefnout. Ellos mismos luego dieron origen a las divinidades de la tierra y del cielo, Geb y Nout. Es así, a partir de Râ, que se creía que el mundo fue creado.

Horus
Horus es venerado en todo el territorio egipcio. Es una de las divinidades superiores y ciertamente una de las más antiguas. Es el dios del cielo, puede ver a través del sol y de la luna. Podemos encontrarlo bajo dos formas: la de un niño que chupa su pulgar o bajo un dios poderoso con forme de halcón. Junto a Osiris e Isis, forman "la trinidad egipcia".

Es el hijo póstumo de Osiris y de Isis. Cuando Seth mató a su hermano Osiris y le recortó en numerosos pedazos para diseminarlos por todo Egipto, Isis tuvo el coraje de reunir todos los trozos de su marido para resucitarle de los muertos y posteriormente su hijo Horus nació. Más tarde, Horus se vengó de Seth por la muerte de su padre. Además, Horus también quería convertirse en el gobernador de Egipto.

En oposición de Seth que representa el mal, Horus encarna el Bien. Durante su combate con Seth, Horus perdió un ojo, que encontró más tarde gracias a Thot. Llamado "Oudjat", este ojo representa la victoria del bien sobre el mal. Y llevado en forma de amuleto, convertía a su portador en invencible y le aportaba clarividencia.

Historia del Antiguo Egipto
Egipto tiene una historia compleja, que empieza muy pronto. La escritura aparece en torno al año 3000 y los egipcios atribuían su creación al dios de la sabiduría, Thot. Hay tres tipos de escritura egipcia:
  • Escritura jeroglífica, que es la más conocida. Es fundamentalmente monumental (está asociada a los monumentos) y se realiza en relieve. Va a tener una interpretación muy difícil (a veces se lee de izquierda a derecha y otras veces de modo contrario, etc.).
  • Escritura hierática, que es una escritura cursiva, abreviada de la anterior, más usada en la vida común. Aparece en los textos.
  • Escritura demótica, que es más rápida y más popular. Es la que aparece más tardíamente y es la que se usa en Egipto hasta la invasión romana.
La escritura ha sido un instrumento fundamental para el conocimiento de Egipto. No es hasta el siglo XIX cuando se empieza a conocer, a partir de la invasión de Napoleón, que llevó consigo algunos sabios franceses, entre los que cabe destacar a Denon (un grabador que hace una obra ilustrada de Egipto, que va a ser punto de arranque de la egiptología).
También fue fundamental para el conocimiento de la cultura egipcia la aparición de la piedra Rosetta, ciudad cercana a la desembocadura del Nilo, y es una piedra de basalto que tiene una inscripción trilingüe, en egipcio jeroglífico, griego y egipcio demótico, que reproduce un decreto de Ptolomeo V y que fue interpretada por Champolion en 1822. Otro hecho fundamental para el conocimiento de la cultura egipcia fue la abertura de la primera tumba inviolada en 1923, la de Tutankamón, por Carter y Carnavon, así como las cientos de excavaciones que se realizan a partir de estos momentos.
Los pueblos que viven en Egipto son de origen camita. Se trata de hombres altos, de hombros anchos y con algunos rasgos negroides. Estos pueblos se asientan y se organizan en nomos o cantones independientes, dirigidos por reyes sacerdotes.
Entre ellos hay momentos de lucha y se van a ir configurando en dos zonas, las llamadas las dos tierras:
Reino de Butto, está situado al norte de Egipto, es el Bajo Egipto. Se dedica a la agricultura y al comercio y su distintivo es una corona truncada y roja que está adornada con la cobra o ureus.
Reino de Nejeb o Nekhen, está en el sur de Egipto, es el Alto Egipto. Se dedica a la ganadería y es un pueblo más belicoso. Su distintivo es una corona blanca y alta coronada por un buitre.
Estos dos animales son sagrados y protectores de los egipcios. Hay un momento en el que los dos reinos se van a fundir, y con esta fusión termina el periodo predinástico. Esta fusión es debida al rey Menes, y a partir de este momento al rey se le va a conocer como "Señor de las dos tierras".
La cronología de Egipto es muy complicada y no siempre coinciden todos los historiadores en ella. Se suele partir de la cronología que elaboró el sacerdote egipcio del siglo III a.C. Manetón en la historia de Egipto que redactó para Ptolomeo II. Esta obra estuvo durante mucho tiempo en la biblioteca de Alejandría, pero se perdió con el incendio que destruyó ésta en el 49 a.C., aunque tanto su cronología como sus apuntes se han transmitido.